Hace unos meses salió al mercado la
primera trapense austriaca : la Engelszell Gregorius.
La catamos con mucha expectación y no
defraudó para nada : una cerveza negra, rica en sabor y aromas, con
segunda fermentación y de 9,2 % de alcohol donde no añaden azúcar,
sino miel del propio monasterio para la segunda fermentación.
Así la expectación para visitar el
monasterio de Stift Engelszell, que obtuvo su sello “Authentic
Trappist Product” en el mes de septiembre, fue muy grande.
El abad Don Marianus nos recibió en la
puerta de la cervecería, en la parte trasera del monasterio.
Antes de visitar la cervecería nos
enseñaron primero el monasterio, un conjunto barroco, y el único
monasterio trapense en Austria.
Su iglesia es impresionante y cuenta
con frescos originales del Siglo XVII y con reliquias de los primeros
cristianos, traídos de las catacumbas romanas, como ejemplo del
sacrificio de los primeros mártires.
El monasterio de Engelszell actualmente
cuenta con solamente 5 monjes ( el sexto falleció hace un mes ) y
son famosos para la elaboración de unos licores bajo el sello
“Trappist”.
Al contrario que otros monasterios,
Engelszell tiene muy pocas propiedades : solamente unas 50 hectáreas
de bosque y 40 de tierras para producir.
Como el monasterio también mantiene
una residencia para ancianos y una casa de acogida de mujeres
maltratadas, necesitan más recursos.
De ahí que han decidido elaborar
cerveza – viendo el éxito comercial de sus colegas belgas y
holandesas.
Se pusieron en contacto con un amigo –
Peter Krammer - que tiene una granja – cervecería artesanal
(Brauerei Hofstetten) a 60 km y con su ayuda técnica montaron una
pequeña cervecería, preparada para 2000 Hl anuales.
La primera elaboración de su Gregorius
se mandó en tanque a Estados Unidos donde se envasó en barriles
para las mejores locales cerveceros.
La segunda elaboración se empleó para
envasar en un monasterio benedictino cercano que elabora 25.000 Hl al
año y que tiene embotelladora propia. Antes de mandar el camión
cisterna añaden a la cerveza la miel y la levadura, que durante el
viaje en tanque se va mezclando de forma homogenea.
Una vez embotellada las botellas
vuelven a Engelszell para su segunda fermentación en botella.
Adjunto una foto de la segunda fermentación en botella
De esta producción recibimos unas
pocas cajas y ahora estamos esperando la siguiente remesa …
También elaboraron ya su segunda
cerveza : la Benno : las dos primeras producciones se mezclaron y se
embotellaron juntas y de estas compré un pack ahí de 6 botellas,
para probar dentro de poco.
La Benno de momento solamente se vende
en la tienda del monasterio hasta agotar … y para mayo-junio tienen
previsto otra elaboración.
El colmo de la visita no obstante fue poder probar la Gregorius fresca y fermentando en tanque, y aunque se notaba que faltaba la segunda fermentación ya pudimos comprobar su excelente calidad !!
Una experiencia inolvidable, sin duda !!